¡OH... MI PEQUEÑA!
¡Oh... Mi pequeña!
Dulce flor de lirio,
he pedido al cielo tus males
sean solo para mí, mi cobijo
y a ti a cambio te regale,
una prensa hecha de lino,
con una rosa de ese padre
que te ama más que a sí mismo.
Yo no tendré queja,
si a cambio te veo feliz y sonrío,
eres mimosa azucena,
bella constelación del limbo,
por eso te han clonado los ángeles
para que seas delirio,
de las personas que amas
y que amarás en tu camino.
¡Oh... Mi pequeña!
Te amo sin haberte conocido.
Dios te sane y proteja,
Dios te guarde en su abrigo,
a mí me de los males que quiera,
yo con gusto los recibo.
Invocación, plegaria y pena, por amor a quien se ama y por quien la vida se diera.
ResponderEliminarAbrazos y nostalgias con extraños siempre de ti... ¡Qué todo vaya bien!!!
Por y para siempre Túyyo, mi cariño, admiración y saludo.