¡Yo no sé!
Si tu amistad era de roca o de barro,
mas de oro fino para mí fue tu mano,
pero me dio una estocada,
en el mero corazón
¡Mi hermano!
¡Yo te amaba!
Como se quiere lo sagrado,
como a un niño pequeño,
que cuidaba sin desgano,
mas tú me abandonaste,
no se si por tu enfermedad
o por enfado.
Y yo...
¿Merezco acaso ese disparo?
¡Vivir sin saber!
¿Saber que ha pasado?
Llevo un dolor tan cruel,
en mi pecho atorado,
y unas lágrimas por ti,
al viento he dejado.
Donde quiera que estés,
mi cariño contigo,
por siempre has llevado.
Mi amigo.
Mi hermano.
Escrito por : Rosa de la Aurora
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