DESHOJA EN MÍ... LA MADRE SELVA.
Cincela en mi cuerpo tus palabras,
seduce mi piel como la hiedra,
deshoja en mí... !La madre selva!
Hasta el último clamor de las mesetas
y si nunca cabalgaste sensibles riveras,
gozarás el azul de tu entelequia,
empalme del cielo con la tierra,
emergiendo de mis aguas… ¡Primavera!
Sobre el manantial que agita nuestra espera,
profesarás el frescor de nuestro amor,
y seré tu sol naciente,
el hada que cumpla tus caprichos;
aquella que te diga abiertamente:
-¡Te amo, mi amor!
-Soy tuya.
-Por siempre.