Una melodía de amor.

UNA MELODIA DE AMOR



En un dulce sueño te besé,
sobre el melódico pentagrama,
al compás de las claves y notas,
bailaron bemólicos hologramas.






DO , se convirtió en métrica cama.
RE, susurró al silencio que te besara.
MI, fué asonantes sábanas blancas,
que nuestra desnuda piel cobijara.






FA, se lució en armónicas cortinas.
SOL, con su distinción saltó a la fama.
LA, sin pereza más agudo lo acompaña.
SI, observa alto, del solfeo la trama.






Te amé en etérea melodía,
me sentí bailar en tus ojos esmeralda
y al despertar no fue solo un sueño,
pues tus besos como mariposas
quedaron tatuados en mi espalda.





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¡Sé que no debes!

¡SÉ QUE NO DEBES!



¡Sé que no debes!
Extrañar el calor de mis palabras
peregrinas de fríos cristales que se cortan como escarcha,
sobre gigas de caricias sin estampa
y besos casi nulos de placer.​

¡Sé que no debes!
Aferrarte a mi alma,
ni auscultar el musitar de mis ganas,
cuando trazo un “te amo” a la nostalgia,
desgarrando un absurdo que aniquila en su flama.​

¡Comprendo que no debes!
Poner a prueba tu calma,
besando minutos de arena blanca,
bajo un girasol de locas ansias,
sin cuerpo ni habla.​

¡Sé que no debes!
¡Duele!
Pero tu amor se clavó,
¡Aquí en mi pecho!
Como una profunda daga.​

Mi amor.

PARA TI.

PARA TI.


Devoción que mana miel sobre hojuelas,
dulce leche que entre dedos se evapora,
exquisito manjar que altera las neuronas,
para ti.
La rosa y mis auroras.​

Contemplación de ninfa seductora,
vibrante escondida tras albores,
pincelando movimientos que enamoren,
tus pupilas y pestañas entre soles.


Para ti.

El dulce linaje que tu caricia añora,
el lunar junto a mi ombligo que transporta,
una sonrisa verde hoja.
Inocencia y travesura… Alianza de mis costas.


Para ti.
Una rosa como otra,
no besarán tus horas.









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TE GUSTA MI COSITA ( UN POCO DE HUMOR)

¿Te gusta mi cosita...?



-Mmmmm

(Escucha la abuela desde la cocina de leña
-¿Te gusta mi sapito, mi César?

-Mmmm
-¡Delicioso princesa!
-Y qué tal tú ¿Pruebas mi cosita, Milena?

-Ayyyy; Noooooo
-¡Qué pena!
-¡Me da vergüenza!

-No te sonrojes mi niña traviesa,
-Esos ojitos pícaros hablan sin pereza.
-Anda mi cielo; Ella no se queja,
-Está durita para satisfacer tu curiosa inocencia.
-Vamos; ¡Prueba!... Ya cerré la puerta;
-Prontito es mejor;

¡Nos muele a palos la abuela!

-Lames despacio, saboreando la pieza
y brota lechoso el festín de condesa.

-Mmmmmm;
-Mmmmmm;

-¡Desorbitas mis ojos muñeca!

-Ahhhhhh;
-¡Rico! Mmmmmm;
-¡Sabroso!

-Despacio mi niña que temo me muerdas;

(Llora)
- ¿Me dejas a medias?

-Por mí te lo doy todo ¡De un solo, princesa!
-Pero;
-¿No oyes acaso a la abuela serruchando una puerta?
-Hay dos linternas alumbrando la verja,
bomberos, policías;
-¡Una sirena que suena y suena!

-¡Ha de ser el gato atorado en la maseta!
-No importa papito ¡Todo!
-Y
- ¡Listo!
- ¡Sin evidencia!

- Un poco más mi muñeca; Un poco más;

- Mmmmmmm;
- Mmmmmmm;
-¡Lo más delicioso que he hecho por estas fechas!

-Te sonrojas mi niña, pareces cereza;
-Y ¡Justo ahora que tiran la puerta!

¡Nos llevó el diablo con la vieja!

La abuelita infartada repara a la nieta,
vestido abajo buscando la muestra.
Los vecinos callados levantan las cejas;
Hay silencio en la fiesta;

¡La cara rojiza el pecado manifiesta!


El niño temblando, con la evidencia al descubierto
obvia del tumulto, las asinergias,
maldiciendo bajito de antemano;





-¡Chocolates malditos!
-¡Horribles alergias!
-Mi niña;

-¡Un Doctor!

-Mi Princesa;



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MUERO POR TENERTE (POEMA DE AMOR)

MUERO POR TENERTE...



Los ritos de la aurora despiertan mis entrañas,
naciendo entre los soles de mi espalda;
las lianas como venas ya me atan,
a la tierra que besa mi garganta.

Brotan los capullos de las flores,
en el árbol rosado de mi existencia;
brisa que estremece mis mejillas
y se corta en plenitud de mis carencias.

Como gota de rocío sueño
que me abrace el cielo en transparencia,
arrancando los pudores de mi alma.
socavando mis eclipses de inocencia
que te esperan desnuda en flor,
corola de caricias obedientes;
lenguas de fuego agitadas se propagan
clamando besos fervientes.

Y me arrastren por el césped de la vida
que se agita en deseo inminente,
me hagas toda tuya sin opción,
en este instante… ¡En que ya muero por tenerte!

UN CUENTO DE AMOR (POESÍA INFANTIL)

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UN CUENTO DE AMOR...


Mi niña bonita te contaré un hermoso cuento,
de un conejito blanco que asalta mi recuerdo;
se enamoró de una dulce mariposa
que danzaba alegre en su vuelo,
atraída por la rosa del fragante misterio.
De pronto se posa en la nariz del conejo
y chocan sus ojos como un aguacero;
llueven amores, truenan chisperos.

La mariposa se sonroja con carmines del tintero,
y el conejo vuela en sus blancos anhelos,
le ofrece el balcón de sus largas orejas;
la nombra su reina, también su princesa,
y la hermosura corona tan frágil realeza.

Parece una horquilla cuando extiende las alas
y ambos sienten que vuelan,  ríen y saltan,
ya no hay límites, ya no hay murallas,
solo amores que el pecho inflaman,
como dos lindos soles o dos grandes llamas,
iguales a tus ojos mi niña que mi alma encarnan,
y donde he construido tu balcón; en mi corazón...
¡Donde los tesoros de amor se guardan!



​

 

¿Huyen de los piojos o las pulgas?

¿HUYEN DE LOS PIOJOS O LAS PULGAS?


Esperó la viuda con su bebé entrelazado,
ojerosa, desnutrida, con sus pies cansados,
pero el ojo humano es el asesino de los años,
se rehúsa a mirar la pobreza de sus seres alados.

Se cansó su casa de lucir grandes grietas,
salto mortal infinito desde un acantilado,
y no por la pobreza… ¡No!
Sino por el olvido social ilimitado.

Fue la mecedora doblándose de duras penas,
guardadas en sus fibras con sal de lagrimales,
que se gastaron soñando una mesa servida
con más que espejismos sobre cristales.

Pero…

¡Escuchen!

¿Será que su suerte ha cambiado…?


A lo lejos corren pisadas bien lustradas...

¡Oh! ¡No!

¡Creo que huyen de los piojos o las pulgas de sus pretextos extraños!

¿No se dan cuenta que han dejado a un par de almas condenadas
a morir de abandono al marginarlos?

Tus manos.

TUS MANOS.




Cardumen de peces adherido a mi cintura,
afluente que atrapa mis quebrantos.
Me ondula…
Caracoles exaltados de lujuriosa ternura,
entre medusas azules, ionizadas de gula.
​

Así…
Tus caricias estables, taciturnas,
provocan gestos que atrapan mis dudas,
torrenciales mordiscos de mar y espuma,
cual moléculas desequilibradas,
estrujan.
​

Piel, sonrisa, manos,
deseo y boca,
desbocadas, sofocan,
entre tus destrezas mis costas.
​

Navegando libres.
Arañando sugestivas mis laderas,
despertando un tsunami de emociones,
volcanes consumistas de tu lengua,
trastornada de quimeras.


​