COMO BESO DE LLUVIA...

LOS POETAS

Los poetas no envejecen... 

¡No!  

   

Solo son niños disfrazados de viejo, 

con las mantas arrugadas del olimpo

y constelaciones en su cabello.  

Soñando...  

Soñando a ser navegantes sin velero, 

en mundos de papel 

cuyos mares son de tinta, 

aventuras y deseos. 

Los poetas no envejecen... 

¡No! 

Sus latidos son de versos,    

y por sus venas corre 

la anilina de un soneto, 

el canto de una rima, 

o la métrica de un terceto. 

Los poetas no envejecen...  

¡No! 

                                 

Son hojas que se mecen al viento, 

en cada árbol, en cada roca,        

en el sol y sus destellos,  

blandiendo una pluma,  

mientras suspira el mismo infierno.

Los poetas no envejecen... 

¡No!  

Solo cantan en silencio, 

con voces  de cartón,  

que se almacenan en el tiempo, 

y como un rayo veloz, 

entre mezcla  alma, vida y sueños.   

Los poetas no envejecen... 

¡No! 

Yo lo sé muy bien...    

Dentro de mí, 

ha de habitar uno de ellos...  

Y como un beso de lluvia,  

salta y se disuelve a cada instante,  

como el agua entre mis dedos. 

Escrito por: Rosa de la Aurora 

TENTACIONES

TENTACIONES

Vienes a mí... 
Y te dibujo con una cálida sonrisa, 
que va cayendo por tu cuerpo,  
como un torrente de emociones... 
¡Tan inciertas! 
Que despiertan el sentido aventurero;
la desbordada pasión 
que exige a besos 
la calma. 

Y... 
¡Ya no sé! 

Ya no sé, 
si pararme en la cuerda floja
de este instante tan placentero, 
o solo contemplar sus riscos 
y cascadas de miel 
expuestas al deguste de las abejas. 

¡Ya no sé! 
O... 
¡Quizás sí! 

 La idea taladra sin sentido
y la  boca se hace agua,  
¡Por así decirlo!  
mas, 
tengo veinte pájaros adentro 
que van llenando mi cerebro 
de agujeros; 
de tanto ir o venir a tu encuentro;
descalza, con pasos ligeros, 
ya se hicieron gambas, 
en los árboles que fueron pequeños,  
y en ellas aguardo, 
como un lince que mira al cordero, 
deleitándose con la idea 
de que quizás,  mañana... 
¡Mañana! 
El reto me tiente de nuevo. 

Escrito por: Rosa de la Aurora 

¡TAN DISTINTO!

¡TAN DISTINTO!

¡Tan latente! 
Que se escapa en la humedad de mis suspiros, 
y recorre con calores,
valles entre riscos, 
sedientos de un arroyo, 
que invada sus sentidos.

¡Tan audaz! 
Que se niebla en la mirada del delirio, 
besando sus montañas, 
y separando sus latidos, 
con clamores que arremeten, 
contra el cielo
tan distinto.

¡Tan intrépido! 
Que evapora los intintos de un soplido, 
mordisqueando,
oreja, labios, 
sin vestidos, 
atando tus encantos 
a los míos. 

¡Tan distinto! 
Que no me alcanzan 
las palabras, 
ni versos, 
ni adjetivos. 

Por: Rosa de la Aurora 

¡NADA! ¡NADA!

¡NADA! ¡NADA!

¡Oohh...! 

¡Ya no! 

Ya no me asusta la audacia de tus palabras,  

ni el desprecio con que siempre me inhalas, 

corren allá lejos, 
los ríos inmersos de lágrimas, 

sin humedecer ni el muslo, 
ni el nudillo,  

ni mi zapato en desesperanzas. 

¡Oohh.. ! 
¡Ya no! 
Ya no disfruto ni por asomo tus pláticas, 
no emerge en mis mejillas palabras rosadas,
ni me invade una cosquilla, 
¡Ni un atisbo!  
¡Nada! 
¡Nada! 

¡Oohh...! 
¡Ya no! 
Fueron los tiempos perfilando la caña,  
y sus brotes hoy, 
son más fuertes que nada, 
Ya no espero.  
Ya no busco. 
Ya se apaga la llama 
y más nada.

¡Nada! 
¡Nada!  

Escrito por : Rosa de la Aurora