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martes, 30 de junio de 2020

ALMA GEMELA


ALMA GEMELA

No es deseo que vuela en la noche,  
ni repentino arrebato de miedo;
no hay peleas, ni prisas,  
ni miradas buscando más puertos.

No hay insensatez, 
ni inseguridad, 
ni siquiera un atisbo, 
de buscar en otros ojos 
sus fuegos... 

¡No hay más nada! 
Porque  contigo todo lo tengo... 

 En tu vida he encontrado la mía, 
como el barco encuentra su puerto. 
cual alma gemela y distante 
que esperaba a su tiempo tu regreso. 

Es que tanto te amo, 
que sin tí...
 Mi día es oscuro silencio,
y mi corazón no sabe encontrar, 
en ninguna  otra parte,
lo que contigo yo siento. 

Es que tanto te amo... 
Que por ti... 
 Yo vivo y muero
al mismo tiempo. 

Escrito por : Rosa de la Aurora 






lunes, 29 de junio de 2020

TE QUIERO ... ❤😍



Tan suave era la niña,
tan dulce como un caramelo,
feliz en su suelo de tierra,
vibrante como un aguacero.

Sus ojos brillantes destellos,
su alma sin pecado ni pena,
quería volar cual golondrina,
y hacer sonreír al pomelo.

Un día... ,
corriendo en su vuelo,
puso sus ojos la niña,
en un hermoso lucero,
tan lejano allá en el cielo,
tan alto que se sentó a verlo.

Soñaba momentos mágicos,
acostada en el césped del cielo,
abrazando tan bella estela,
junto a su pecho.

Enamorada estaba la niña,
enamorada sin saberlo,
y a donde iba
un suspiro llevaba por dentro;
era su chispa mágica,
aquel extraño destello.

Pasaron y pasaron los años,
muchos para ser sinceros,
y aquel fabuloso suceso,
creció y creció entre su pecho,
anhelaba atrapar a su estrella,
deseaba tenerla en su seno.

Miraba profundo en la noche,
de sus lejanos silencios,
y con dulce voz,
le contaba sus anhelos,
le cantaba suaves notas,
cada noche al verlo,
pero muy lejano seguía,
aquel valeroso ensueño.

Mas,
una noche estrellada,
salió con sus pies descalzos a verlo,
el hielo cortaba sus pasos,
y sangraba a su tiempo en secreto,
su alma tanto anhelaba tenerlo,
tanto le amaba...
Pero tanto...
Que un frío le abrazó su pecho,
el lucero elegante y sereno,
¡al fin... !
Bajó con magestuosos destellos
besándola en los labios,
del silencio. 

Aquella noche la niña,
absorta en su alegre vuelo,
cayó desplomada a tierra,
con una sonrisa de fuego;
su alma viajaba por fin,
abrazando al lucero,
y la noche estrellada hacía,
gala de su manto negro,
haciendo honores al amor
y sus misterios.

Escrito por : Rosa de la Aurora