CALLO
Callo.
El grito ahogado del niño que sufre,
la lágrima viva del golpe machista,
palabras que hoy hechas cenizas,
aún queman mi alma.
La mañana que escurre tristezas,
los gritos marchitos que nadie escucha,
la guerra fría,
desvelos y miedos sordos de dudas.
Callo.
El exceso de amor que amordaza mi boca,
estos labios que el maltrato tocan,
callo mi risa que se oculta en mi seda,
prisionera de unos ojos que evocan
el deseo de un mundo más humano,
con individuales albedríos.
El amor hecho labio
de caricias a las almas pasivas.
Callo.
En la esperanza de un líder y un rezo
que logre abolir las guerras.
En la mirada de un niño creciendo,
sin hambre ni grilletes en sus piernas.
Callo,
porque bendigo.
Bendigo el instante en que sueño,
sueños que aplacan el deseo
de una sonrisa que solo el amor logrará.
Ssshhss…
Callo.
Callo.
Porque aún espero en ti… ¡Humanidad!
El silencio es ataúd de nuestros gritos de protesta, ante la avaricia y la injusticia.
ResponderEliminaranhelamos un líder que seguir que justo y honesto ponga fin a tanto padecer.
Callamos amiga, lo que quisiéramos extinguir... pero que no tenemos la fuerza para lograrlo
Estupenda manifestación, un repudio a la afrenta que se ejerce sobre en menor y el necesitado.
Un abrazo enoooorme apreciada amiga, maravillosa Poeta.
Muchas gracias Fernando. Eres muy amable. Tienes toda la razón, amigo. Abracito tierno.
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