Un solo amor.

UN SOLO AMOR

Se extravía el mundo en tus ojos de niño,

 perdida entre ellos me siento en el limbo,

sueños que fueron, cósmicos martirios,

pensar en tus labios besando los míos.

Fluye tu esencia en mi cuerpo finito,

enciende quimeras, arde bendito,

asfixiando estas ganas de tenerte mío,

embriagada en tu esencia de vino exquisito.

Lunares ansiosos soñando el olimpo,

susurrando en el alma un canto juntitos,

amor entregado en “Te amos” gemidos

cabalgando tus ganas de ser solo mío.

Así te amaría hasta el alba dormidos,

traviesos los dedos ausentes de frío,

tenue sudor sobre dos apellidos,

un solo amor…

El tuyo y el mío.

PRINCESA.

PRINCESA

Princesa ungida en tu pensamiento,

cavilando ilusiones en tu mochila de afectos,

inocente mimada en tus adentros,

sedosa y dichosa cual niña de fieltro.

Muñeca desatendida que enjugaste su cara,

con lienzo de dicha y corazón,

zurciendo con risa sus ojos quebrados

de tanto llanto y dolor.

Princesa que brilla en la luz de tu amor,

siendo una niña de dulce pasión,

has puesto corona y nobleza,

en un soplo de aliento

le has llenado de sol.

Susúrrame, amor.

Susúrrame, amor (Improvisación)



Susúrrame, amor,

preñadas caricias de invierno,

potentes hogueras que prendan fuego,

bajo sábanas de delirios nuestros

en los que me hundiría dichosa entre tus besos.


Recorre con delicia mi cuerpo,

revísteme de pétalos y fragancias,

deshoja mi rosa con todas tus ansias.

¡Amor, ya se agitan nuestras almas!


Viértete cual vino en la copa de estas ganas,

embriágame del poder de ser tu soberana,

jinete de Luna Venusiana.

Cabalgando las riveras de tu cama,

presa del copo de tu mano.


¡Oh…! Bendita bengala.


En la que romperé mil hechizos de Aurora,

encerrados en un “Te amo” de cristalinas horas,

enredadas en mi pelo, en el tuyo

y en estos dos fogosos ombligos

que desean besarse sin reglas ni demoras.

TU VOZ, AMOR. ( INSPIRACIÓN)

 

TU VOZ, AMOR.

 

Cual nota melódica peregrina mis espacios,

coquetea  junto a mi ombligo la pasión que te profeso,

siendo en mí, vibrato acústico de tus manos,

entregado con delicia a mi confeso.

Incita mis fervores sin recato,

eximiendo mi piel de sus pudores,

ingiriéndome muy despacio.

Ambrosía sugestiva de mis flores.

Tu voz…

Se impregna fiel al  juramento

de este amor celestial, eterno

y soy feliz porque te  amo,

soy dichosa si me entrego

a la miel que estimula los colores,

enamorados de  mi dócil  canto,

vertido sobre ti de mil amores.

Tu voz… Conmoción que ahuyenta mi llanto.