CUANDO TEJA LA NOCHE ENTRE LUNAS
Me disuelvo en la dorada caricia que
tus ojos irradia,
desde el oasis abierto en tu lengua mimada,
donde gotean mis besos sedientos del agua,
prisionera del sueño que incinera las
ganas.
Febril amor que es rocío entre poros,
bronceando mi piel soberana,
cual gota que baja
a mi ombligo
avivando en suspiros sus alas.
Sal rapaz que calienta mi vientre,
y a mis piernas una flor amalgama,
derretida y sedosa cual cera,
al sol de esta piel que te extraña.
Desierto en que arde mi hoguera;
sol que me aviva la flama;
pasión que seduce mis poros
y me torna sensual cortesana
anhelando beber a poquitos,
el sabroso elixir que tu sexo engalana,
y cuando teja la noche entre lunas
despacito, entre piel entregada,
rendirnos sublimes de amor
por completo a las ansias.
Hermoso poema, un deseo que invade la piel, incendia el cuerpo y arrebata el alma, pero todo ello hecho lirismo con esa sutileza y esa hermosura exultante que invade todos tus versos. Qué más podría decir... Pues que leyendo tus poemas aprendo mucho además de disfrutar como un niño en una tienda de golosinas que ya no sabe cuál elegir de lo maravillosas que son todas.
ResponderEliminarBesillos dulces, amiga mía ;-)
Muchísimas gracias mi bellísimo compañero de letras. Eres todo un caballero y me alegra muchísimo que te entretengas en mis versos. Mi pluma no anda muy inspirada pero ahí vamos jejeje. Un beso lleno de cariño. Muuuaaaacccckkk.
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