DÉJAME.
Destilar las gotas de sangre que exige mi llanto,
sobre el vértice infinito de un crujiente suspiro
que se asfixia de impotencia
y muere de amor.
sobre el vértice infinito de un crujiente suspiro
que se asfixia de impotencia
y muere de amor.
Déjame.
Consumida en la bruma y devorada entre malditos astros,
cual, inerte roca abandonada en el océano,
abrazada por la sal
y el desencanto.
cual, inerte roca abandonada en el océano,
abrazada por la sal
y el desencanto.
Déjame.
Bañarme en mil lunas envejecidas de plata,
putrefactas, grises e inexactas,
esperando el instante
de morir en tu recuerdo.
putrefactas, grises e inexactas,
esperando el instante
de morir en tu recuerdo.
Déjame.
Con esta rosa de amor clavada entre el pecho
soñando me diste alguna vez un genuino “te quiero”
para sonreír a San Pedro,
cuando al fin… Llegue al cielo.
soñando me diste alguna vez un genuino “te quiero”
para sonreír a San Pedro,
cuando al fin… Llegue al cielo.
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