ELIZABETH
¡Desciendes!
Como
una caricia de luz que abriga al pensamiento.
Como un
rayo de sol venturoso entre los aires.
Magia sublime
amalgamada de ternura,
con mil
encantos dignos de un dorado ángel.
Viertes
de tus ojos la miel de la dulzura,
cual suave
velo que cubre abrigador,
bajo esa
sonrisa preciada y divina,
trabajada
por orfebre en la mano de Dios.
Mas, tejido
con hilo de oro y aguja,
llevas en
el pecho divino esplendor,
un corazón
bordado con polvo de luna,
jades,
rubíes, perlas y una flor.
No imagino
como muere la lluvia,
por robarte
un beso cuando asomas al balcón
y como
te envidiarán los cometas,
tu divino
resplandor.
Es que
eres, Elizabeth,
la más
hermosa y preciada estrella
que ha
creado Dios.
¡Desciendes!
(Dedicado con todo mi cariño a mi ex-profesora y amiga Elizabeth
por ser un ángel en mi vida, siempre)
Gracias Eli.
Te quiero mucho.