CUANDO TEJA LA NOCHE ENTRE LUNAS

CUANDO TEJA LA NOCHE ENTRE LUNAS

Me disuelvo en la dorada caricia que tus ojos irradia,

desde el oasis abierto en tu lengua mimada,

donde gotean mis besos sedientos del agua,

prisionera del sueño que incinera las ganas.

Febril amor que es rocío entre poros,

bronceando mi piel soberana,

cual  gota que baja  a mi ombligo

avivando en suspiros sus alas.

Sal rapaz que calienta mi vientre,

y a mis piernas una flor amalgama,

derretida y sedosa cual cera,

al sol de esta piel que te extraña.

Desierto en que arde mi hoguera;

sol que me aviva la flama;

pasión que seduce mis poros

y me torna sensual cortesana

anhelando beber a poquitos,

el sabroso elixir que tu sexo engalana,

y cuando teja la noche entre lunas

 despacito, entre piel entregada,

rendirnos sublimes de amor

por completo a las ansias.

 

¡Quizás!

¡QUIZÁS!

¡Quizás!

Tu eco es aliciente que juega en mis entrañas,
vino caliente que en mi ombligo se derrama,
nota que cabalga despacio,
entre mi vestido bordado de doradas flamas.

¡Quizás!

Entre la umbría noche mi piel te declama,
versos aglomerados de pasiones llanas,
huerto fresco que exhala,
mis húmedos contrastes de manzana,
​

vertidos en la caricia soberana,
amalgama tierna que emerge de la lava,,
“Urano y Gea”
¡Explosión de ansias!
Olimpo incendiario, sortilegio que estalla.​

¡Quizás!

 
Reconsidere tus labios morderte
y enseñarte a amar en mi cama.

Escríbeme un poema mi cielo.

ESCRÍBEME UN POEMA MI CIELO.




Anda…...

Transpira en papiro los apetitos de tu ser,
embriagando las estrellas que seducen mi flor,
poséeme el alma con fuerza mi amor,
anhelo sentirte, probar tu candor.

Alojar en mi boca la sal de tu cuerpo,
sentirte mi cielo, morder tus labios;
en cáliz de besos
que desfilan al borde de mi pensamiento,
bailando alegres en el cofre estrecho.

Abriga el pálpito que generas en mi pecho,
la fuerza de cien imanes color del jazmín,
arañando ideas que nunca forjé,
a tal magnitud que muero por ti.

Matiza el verso que rasgue mi aliento,
y conciba a los ángeles tañer sus trompetas,
efluvio que implora me ames con fuerza,
encájate en mi alma que yo te amo sin reservas…

Plenitud.

PLENITUD.

 

Dibujo margaritas en los labios de tu esencia
y posan mariposas en plenitud esquizofrénica,
al sentir tus sudores con hormonas varoniles
que vuelan sensuales en la brisa patogénica.

De amores que se prenden como chispas,
en alas de abejorros fogosos
que me llevan por caminos sin ortigas,
entre tus fulgores y reposos.

Con sonrisas invitadas sin presión
que desbordan rojos insinuosos,
en cariños que comprimes sigiloso,
como el lince cuando caza por pasión

  y viviendo en gustosa aventura,
das tu ser como barro al alfarero,
mismo que moldearé en besos
y solo entonces sabrás…

¿Por qué te quiero…?

 

¡Para ti, mi vida!

¡PARA TI, MI VIDA!



Del polvo de una estrella rota,
cosmos de humanidad estelar,
en manos de agua, la luna ansiosa,
mi figura para ti, anheló moldear.

Al unísono de un latido nebular,
dos manos, una boca, me quiso ofrendar,
alas, contigo compartidas,
hechas del más nítido cristal.

En el centro de mi suave pecho,
latiendo en sublime sincronía
legó un corazón el universo.

¡Para ti, mi vida!

Forjando,
esculpida niña,
piel… Luz de manantial,
alma limpia, perlas de mar.
Cual seráfica poesía de infinito amor,
quien humildemente, hoy, se viene a ofrendar.

Solo queda...

SOLO QUEDA...

Un frasco de promesas azules rotas,
una corbata de emociones vacías,
un beso del tamaño de una gota
y unas letras que nunca fueron mías.

Un abismo bailando en la cuerda floja
de un mar de amor atrapado en una concha;
ballenas brindando con ginebra en una copa,
entre los peces revueltos de mis costas.

Solo queda...

Una foto hecha de polvo que se borra,
diez camellos de mentiras cortas,
un árbol que en su momento cosechó rosas
y nubes de algodón de azúcar para las moscas.

Solo queda... 

El silencio de tus verdades francas
y las margaritas tristes de mis lágrimas saladas,
una carta rota y una rosa roja
que agoniza sangre sobre la almohada...

¿Por qué no lo entiendes?

¿POR QUÉ NO LO ENTIENDES?

Luna lunera, rayito escarlata,
cierra tus largos brazos suaves
que mi amor es de fina plata,
no siente estos besos que llevan las aves,
tampoco mi alma que de amor muere.

¿Será que es de plomo o acaso de nieve?

Y este cuerpo que yace en desvaríos,
revienta en llanto que baña las horas,
a rastras pidiendo que sienta mis bríos
que acaricie mi esfera que brilla en auroras
y tiembla de amor que tú ya no sientes.

Y si tanto te amo ¿Por qué no lo entiendes..?

 

Osito de felpa.

OSITO DE FELPA…

Osito de felpa jugando entre mis sábanas,

matizando el vestido de mis mejillas lozanas,

mi pudor con amor seduces

cuando tan plácido… Acaricias mis manzanas.

Entre mis labradas piernas amalgamas,

el rocío suave que embriaga mi cama,

al contacto de tu dulce piel de lana,

erizas mi piel y me secuestras la calma.

Una y otra vez…

Una y otra vez.

Mi osito de felpa…

Dulce caramelo me regala.

Atado a mis caderas,

robándome suspiros

y mordisqueándome... Suavemente el alma.