Travesuras,
que incendian las paredes de mis grutas,
jugando con los besos en la luna, quemando mi piel mientras se suda,
con tus manos que estremecen mi cintura.
Travesuras,
que desprenden esos ojos que se escudan,
bajo el blanco traje de ternura,
y desvisten como deshojando pétalos, lo que esta Rosa lleva puesto
en su figura.
Travesuras,
los mimos que mi escudo desarticulan,
las frases, los cariños
y esa mordida de labios
que cae como en un desierto cuando hay lluvia,
haciendo despertar a su paso
mi alma, mi sed...
Estas ganas de llenarte de mí...
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