PLUMA Y TINTA.
Hicimos
el amor cual poetas hambrientos,
apartando
con la pluma la luz de los silencios,
para
disfrutar cada espacio que el amor nos ofrecía,
cada centímetro del lienzo de nuestras pieles
en la
que faltara poesía.
Nos
bebimos a versos.
Nos
amamamos como literatos,
con la
vida y el pensamiento,
dejando
bajo el olmo azul de escribanos
el pudor de la estrofa entre el terceto.
Sobre
un alfabeto de champaña
que
dejamos cosquilleando en el tintero
nos
embriagó la suave anilina utilizada en un soneto
y sobre
su ancha cama cubierta de pétalos
me posé cual negra tinta con los muslos abiertos
esperando ardiente aquel remate perverso
de la
última gota de éxtasis
derramada
sin pudor
por mi galán instrumento.
Saboreo la tinta... El champagne y los versos... Y me sumerjo en el dulce placer de ver y sentir cada verbo...
ResponderEliminarQué bonito poema, retrato del amor... Libre.
Un placer leerte, preciosa.
Mil besitos sonoros.
Gracias mi niña por tu hermoso comentario. Es un honor que puedas saborear todo ello en mis líneas como un buen lector lo hace cuando es dueño de una exquisita sensibilidad.
EliminarGracias y un beso tierno para ti.