Piropos ( Endecha Mixta ) Dueto.

Tienes lindo cutis,
tus ojos son de nata,
fina nariz de incienso
y de almohada...
estos ojos que ves,
esta piel ofrendada,
son regalos mi vida
a tu mirada,
tu piel es desolada,
las mejillas de bronce
tus orejas, galaxias:
se desconoce...
presencio sonrojada,
que redoblan las once:
eres pícaro juglar
garbos. conoces,
tu faz angelical:
arma desafilada,
es un dado con ases
en la ventana...
tú, veneno mortal:
ambrosía inmolada
en un cáliz de besos
de cortesana,
lo natural te copia
y lo bello te admira,
mi corazón te late
mi mundo gira.​

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Anthony Acosta (Perú) & Rosa de la Aurora (Costa Rica)

¡ELLA!

¡ELLA!

( Improvisación)



¡Ella!

Tu dulce y tierna princesa.
La niña que embriaga tu copa de estrellas,
mariposa de tus noches sedientas;
amor que atraviesa como una saeta.


¡Ella!

La más hermosa ante tus ojos.
Tus noches de luna y tus mañanas serenas;
tu verdad y tu dicha,
tu dolor y tu pena.


¡Ella!


Distante aunque la adoras,
cual manantial de agua fresca,
en plenitud de caricias, sinceridad, pasión;
has nacido solo para quererla.


¡Ella!
¡No sabe!​

Que solo soy tu amiga y compañera.
Un bálsamo de tiernas rosas,
que se acercó por casualidad
y anhela sonrisas a sus penas.

​

 

Costa Rica ¡Pura vida!

DÉJAME.

DÉJAME.
​

Destilar las gotas de sangre que exige mi llanto,
sobre el vértice infinito de un crujiente suspiro
que se asfixia de impotencia
y muere de amor.
​

Déjame.
​

Consumida en la bruma y devorada entre malditos astros,
cual, inerte roca abandonada en el océano,
abrazada por la sal
y el desencanto.
​

Déjame.
​

Bañarme en mil lunas envejecidas de plata,
putrefactas, grises e inexactas,
esperando el instante
de morir en tu recuerdo.
​

Déjame.
​

Con esta rosa de amor clavada entre el pecho
soñando me diste alguna vez un genuino “te quiero”
para sonreír a San Pedro,
cuando al fin… Llegue al cielo.



​

Me dejaste.

ME DEJASTE.





Me dejaste, naufragando sobre duras rocas,
llevándote mi corazón sin demora.
Me dejaste, llorando con los pies descalzos,
entre la niebla de la noche devastadora.

Me dejaste, esperando bajo un sol
que calcinó mi vida con sus silencios.
Me dejaste, arrastrándome de dolor
por tu amor que fue mi fuego.

Me dejaste, anhelando cada día tu regreso
bajo el azul esperanza de unos ruegos;
abrazándome a palabras sordas
asentadas sobre el tiempo.

Me dejaste, este vacío inminente
que surge cada vez que te recuerdo.
Me dejaste, lanzando botellas
de auxilio a mi tormento.

Me dejaste…,
y no tiene remedio.
pero un amor como tú,
segura estoy, que no encuentro.





​

 

Costa Rica ¡Pura vida!

ALMAS GEMELAS

ALMAS GEMELAS​

Somos…,
sal y arena fugaz del universo;
propiedades diminutas pero de fuego.
Somos blanca dureza de miedos
y suave ternura de juegos.


Somos dos manos unidas,
por la rueca del tiempo.
Somos derechos e izquierdos;
arrebatos desbordados de pasión,
en miles de átomos que se expanden dentro.


Somos caricia y penas en flor,
jardín de soles y tormentos.
Somos sonrisas, tiempos,
dos encuentros angelicales y perversos.


Somos dos y a veces uno
en fragilidad y pensamientos.
Somos almas gemelas.
Un corazón,
dividido en dos cuerpos.

​

​

 

Costa Rica ¡Pura vida!

Porque, me enamoré.

PORQUE, ME ENAMORÉ.




Me gusta estar contigo en el silencio de nuestras voces,
en la caricia que se escurre por debajo de nuestra risa,
en el sigilo de una hoja que versos sincronizan,
mientras nos besamos con palabras
y nuestros cuerpos hacen chispas.

Me gusta sentirme tuya
entre retoños de esperanza,
sobre rojas rosas que dibujas en mi cama,
entre baños de sol
y caricias tempranas:

Elocuentes y mimosas, ardiendo en alboradas,
de mordidas tenues que aceleran nuestras llamas;
mientras nos negamos a sentir
palpitan y se funden nuestras almas.

Me gusta ser solo tuya y que tú seas solo mío,
porque, me enamoré
y me doblegas
hasta el alma.



​

 

Costa Rica ¡Pura vida!

Reloj de sueños.

RELOJ DE SUEÑOS


Sincronizo mi reloj con los latidos de tu pecho,
que se tornan mariposas acogidas en mi centro,
explorando con ansias mis caderas,
ingiriéndome por dentro;
devorándome la piel de ansias y deseos.​

Bajando estrepitosas entre piernas y los dedos.
Aguamiel entre las rosas;
la odalisca de Morfeo.


Danzando entre los velos de tus brazos en ondeo;
mordiéndome los labios de pasión y desenfreno.
Minutos de ventura en tu cuerpo que navego:
extasiante, caprichosa,
por tu tierno y dulce amor,
mi Romeo.

Rastro de cenizas.

Rastro de cenizas

​

Me acurruco entre tus manos aguanieve;
fría…, sin aire que me eleve.
Una estatua de sal mísera
y cuencas fúnebres que conmueve;
con un hueco en medio de las vísceras
y otro más en el pecho puede,
dejar un rastro seco de cenizas
junto a un beso, que te planté sobre la nieve.


​

Costa Rica ¡Pura vida!

¿PERCIBES?

¿PERCIBES?


¿Percibes?

Que soy un Diente de León ante tu aliento
y con un respiro tuyo me disperso:
me despeino, escalofrío y me reviento,
de delicias inimaginadas en mi cuerpo;
desnuda entre tus pétalos de sueños.


¿Percibes?
que lucho, divago y me entretengo,
en la lengua mojada de tus besos sedientos,
que mi resistencia solo es paradigma
de un amor que no comprendo.


¿Percibes?
Que mis miedos son la sombra de un ´´te quiero´´.
Que mi pecho exaltado es un concierto
de arritmias que se mueren por tu cuerpo,
mientras huyo…, Muero de placer en el intento.


¿Sabes?
¡Que debo gritarlo!

O me asfixiará este tornado
que llevo aquí..., muy dentro.​

Me gustas.

ME GUSTAS.



Me gustas.
Cuando arrancas suspiros de mi boca;
cuando tiemblo ante tu voz si me provocas,
hecha fuego y cal desde la costa,
en que ingiero tus besos cuando brotan

de tus labios que son como manzanas,
dulces y jugosos que dan ganas,
de prenderse cual mermelada.
Aglutinante enamorada.

Me gustas.
Cuando explotas en mi vientre mariposas,
que sobrevuelan explorando mis riberas;
cuando me asfixian las palabras
y se desplazan sin fronteras

forjando cosquillas infiltradas,
burbujas de ensueños y cascadas
que me bañan de promesas calcinadas,
por las ganas de tu piel en marejada.

¡Me gustas!
y es tan bella la tonada
que sin ti…
La vida, sería nada.

¡Sssshhhh!… Me gustassss.

Brillante faro ( poema al amigo que ilumina tu vida)

BRILLANTE FARO



Brillante faro que hechiza las aguas,
encontrarme contigo es extasiante marejada,
envenenas y desvarías a las mozas lozanas,
portadoras del traje de ''Julieta'' enamorada.
​

Tan prodigioso es beber tus fulgores
que jugarían las olas a duplicar los espejos
de tus ojos que son dos luceros,
cenit de universo en candiles perplejos
​

Donde titilan luciérnagas de enero,
cual rosas abriendo sus botones tiernos,
coquetas besando tu risa
sabor a luna, vaivén eterno.
​

Ingiriendo despacio la esencia,
aprisionando divinos momentos
de esta amistad estrecha que nos une
como la tierra al firmamento.


​

Eres... ( Poema de amistad para ese amigo cósmico y especial)

Eres…​

Me expando en tu mundo de astros,
cual polvo lunar buscando tus huellas
sintiendo vibrar a Neptuno y Urano
cuando tu luz…
Sus ojos ciega.


Y es que eres... Efluvio de Marte,
cometa de halos y arenas,
supernova que arranca suspiros,
manantial de fuerza magnética.


Un ángel te trajo en sus alas
y tú te quedaste en la tierra,
dejando a la vía láctea
sola…
Llorando en su estela.


Sobre este paraje hermoso,
envueltas en magia las piedras,
me jacto de tu amistad, amigo mío…
Tú…
El amor de mil doncellas.





​

Costa Rica ¡Pura vida!

ESTOY... ( Un poema de amistad)

ESTOY.​

​

Estoy…

En la tenue silueta de la tarde
que se sacia con tu canto entre la brisa;
una nube que al beberte,
extralimita su carga de primicias.

Desprovisto de guerreros en tus barcos,
surcando las olas con delicia,
te miro encendido entre mis ojos,
cortando mi aire si respiras.

Explorando entre mis labios y costado,
el latido de los rayos que me inspiran,
recostado sobre el vientre de la luna,
cuando a mis oscuros ojos, miras.

Capitaneando dos mundos enlazados,
por la coralina sonrisa que te admira;
amistad que se torna una,
sobre mi alegre arpa y tu resplandeciente lira.

​

​

¡Costa Rica ¡Pura vida!

¡Llegaste!

¡LLEGASTE!

A borrar mi soledad y laberintos,
con tus sueños de colores infinitos,
como suave enredadera que hace nido,
en mis huecos de pájaros vacíos.

¡Llegaste!

Con el canto de las musas en el río,
cual magia azul de mi delirio,
tiñendo de blancas rosas mi vestido,
con tu amor limpio y preciso.

Así… ¡Llegaste!

Como un mágico suspiro,
de cascadas, encendido,
con la alborada entre tus manos
y el ocaso adormecido.

¡Llegaste!

Arropando de caricias mis pies dormidos,
como un ángel que sin ruido,
me devolvió con sus labios,
el aliento que había perdido.​

¡BRINDEMOS!

¡BRINDEMOS!

​

Por el desmedido vacío que queda rabiando
en el inconsistente recinto de mis emociones.
Por este veneno letal que me vertiste sin flores,
sobre mi aliento mordido de escorpiones.

¡Brindemos!

Por el agujero negro que inaugura mi centro,
después de un eclipse de sin razones.
Por la alegría de tenerte para luego perderte,
entre el barro de los celos y rencores.
​

¡Brindemos!

¡Por la libertad!
¡Por la guerra y la guerrera!

Misma que hoy emerge,
del clamor de tu desprecio
y el rechinar de mis aflicciones.
​

¡Salud!​

¡QUISIERA!

QUISIERA.



Quisiera retratar tu sonrisa,
pero… ¡No puedo!.

Quisiera iluminar tus ojos,
pero… ¡No pinto!.​

Quisiera tocar tus labios,
pero… ¡No soy viento!.

Quisiera decirte que no me duele,
pero… ¡Lo siento!.

Quisiera gritar tu nombre,
pero… ¡No debo!.​

Quisiera ser una sola,
con tu silencio.
​

​

 

Un día más sin tí, papá.

Un día más sin tí, papá.

Dejé caer el torrente sobre la roca,

inerte, fría.

Entre manos, la más preciada rosa

de amor florecida.

Perdida entre la niebla de la media noche.

¡Sentí que te perdía!

Quería verte, abrazarte,

respirar tu fragancia tan mía.

Te busqué en vano bajo un cielo claro.

¡Te hablé gritando!

-¿Por qué me has dejado?

Y respondiste entre el dolor

de mi memoria de recuerdos…

-Yo también te amo, mi amor.

Rendí mis fatigadas lágrimas sobre la losa,

durmiendo en tus brazos…¡Tu niña, Rosa!

Comprendí que  jamás te perdería,

si vives en mi boca, mis ojos y el alma mía.

Cada vez que te nombre,

me abrazará tu amor, tu sombra,

me desangraré, me  reintegraré,

hasta que llegues sin tardanza,

al rencuentro de mi finita hora.

 

¡VIDA MIA!

¡Vida mía!

Flexibles ojos repletos de osadía,

cuando mi alma te contempla,

¡Vida mía!

Arte en mis entrañas plasmas;

explosiva transparencia en  armonía.

Si respiro…

 ¡Te amo!

Volátil seductora de energía.

Llenáme de gloria universal,

en cada exhalada,

¡Alegría!